Ciudad de México, a 22 de diciembre del 2024.- En los últimos años, el reclutamiento de menores de edad por parte del crimen organizado ha adoptado una nueva y peligrosa modalidad: a través de videojuegos y redes sociales. Este fenómeno ha sido identificado como una de las principales amenazas para la seguridad infantil en México, donde grupos delictivos utilizan plataformas como Xbox, Free Fire, Fortnite, Call of Duty y Battlefield para atraer a jóvenes a sus filas.
En 2021, Diego, un joven de 15 años, fue víctima de este modus operandi. Después de ser contactado por criminales a través de Xbox, salió de su hogar en Coyoacán para reunirse con ellos. Fue transportado a Reynosa, Tamaulipas, donde, junto con otros cinco menores, fue obligado a cruzar el río Bravo hacia Estados Unidos, con el objetivo de ser reclutado por grupos delictivos. Afortunadamente, su madre, junto con un colectivo de madres buscadoras y las autoridades estadounidenses, lograron localizarlo a tiempo, evitando un destino trágico.
Este tipo de reclutamiento no es nuevo, pero el uso de plataformas digitales y videojuegos como herramientas de seducción y manipulación lo ha convertido en una amenaza más difícil de detectar. La Secretaría de Gobernación (Segob) y el Observatorio Nacional de Prevención del Reclutamiento de Niñas, Niños y Adolescentes por parte de la Delincuencia Organizada han advertido sobre este fenómeno, aunque aún no se cuentan con cifras exactas sobre cuántos menores han sido reclutados.
Según el Mecanismo Estratégico del Reclutamiento y Utilización de Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) en Zonas de Alta Incidencia Delictiva, 18 estados en México son especialmente vulnerables a este tipo de actividades, siendo Guanajuato, Jalisco, Michoacán, y Tamaulipas algunos de los más afectados. El reporte señala que el crimen organizado utiliza diversas tácticas, como promesas de empleo falso, amenazas a la familia y manipulación emocional, para atraer a los menores y convencerlos de participar en actividades delictivas.
La narcocultura, impulsada en gran parte por los medios de comunicación y, más recientemente, por los videojuegos, presenta un modelo de vida idealizado para los jóvenes. El atractivo de una vida de excesos, poder adquisitivo y reconocimiento social convierte a los jóvenes en presas fáciles para los delincuentes, que se aprovechan de la falta de oportunidades laborales y la pobreza para reclutar a quienes buscan escapar de su realidad.
La directora de incidencia y política pública de la organización Reinserta, Dulce Leal, señala que las redes sociales y los videojuegos se han convertido en un terreno fértil para el reclutamiento, ya que los delincuentes pueden acercarse a los jóvenes de forma sutil, ganarse su confianza y manipularlos emocionalmente. Leal destaca la importancia de eliminar los prejuicios y estigmas sobre el reclutamiento, advirtiendo que no solo los jóvenes problemáticos son susceptibles, sino también aquellos que simplemente buscan pertenecer a algo o sentirse validados.
Para prevenir este tipo de situaciones, expertos en seguridad como David Saucedo sugieren que es crucial que padres, madres, maestros y amigos mantengan una supervisión constante sobre las actividades en línea de los menores. La comunicación abierta, el establecimiento de límites y la educación sobre los riesgos de compartir información personal son fundamentales para proteger a los niños y adolescentes de caer en las redes del crimen organizado.