Celaya, Gto., a 17 de abril del 2025.- Con más de seis décadas de historia, la Procesión del Silencio de Celaya es reconocida como la segunda más relevante de México, después de la de San Luis Potosí. Este evento de profunda espiritualidad y simbolismo se ha convertido en un referente de la Semana Santa no solo para los celayenses, sino para visitantes de todo el país.
Una tradición que comenzó en 1963
La primera edición se celebró el 12 de abril de 1963, inspirada en las procesiones de Sevilla, España. Fue impulsada por el torero yucateco Antonio del Olivar, quien, con el apoyo de los frailes carmelitas del Templo del Carmen, organizó un recorrido con tres cofradías: el Señor del Santo Entierro, Nuestra Señora de la Soledad y los Costaleros de la Soledad.
Desde entonces, la tradición ha crecido en número de participantes y en simbolismo. En su edición número 61, realizada el 29 de marzo de 2024, participaron 19 cofradías y alrededor de 1,500 personas. Más de 16 mil asistentes presenciaron la procesión, generando una derrama económica estimada en 8.75 millones de pesos para el municipio.
Espiritualidad, silencio y penitencia
La procesión representa el dolor de la Virgen María tras la crucifixión de Jesús. En completo silencio, los participantes recorren las calles portando vestimentas oscuras, cruces de madera, antorchas y cadenas, en señal de penitencia y fe. Destaca la cofradía de “Los Penitentes”, cuyos integrantes cargan pesadas cruces como símbolo de sacrificio.
Recorrido por el corazón de la ciudad
El recorrido inicia y termina en el Templo del Carmen, atravesando algunas de las calles más emblemáticas del centro de Celaya: Álvaro Obregón, Hidalgo, Cuauhtémoc, Manuel Doblado, Insurgentes, Galeana, Juárez, 5 de Mayo, Guadalupe y Madero.
Impacto cultural y turístico
Además de su relevancia religiosa, la Procesión del Silencio tiene un profundo valor cultural. Refuerza el sentido de comunidad, preserva las tradiciones populares y promueve el turismo religioso. Gracias a su organización y continuidad, es hoy uno de los eventos más esperados de la Semana Santa en el Bajío.