Ciudad de México, a 20 de abril del 2025.- Este 20 de abril se cumplen 32 años del fallecimiento de Mario Moreno “Cantinflas”, una de las figuras más importantes del cine mexicano y símbolo de la identidad popular. Su personaje, el del «peladito» ingenioso y rebelde, continúa siendo un referente del humor con crítica social, cuya influencia perdura en generaciones enteras.
Nacido el 12 de agosto de 1911 en el barrio de Santa María la Redonda, en la Ciudad de México, Mario Moreno creció en una familia humilde y trabajó en diversos oficios antes de descubrir su vocación artística en las carpas. Su salto al cine llegó en 1936, pero fue en 1940, con Ahí está el detalle, cuando su carrera despegó.
Su estilo único dio origen al verbo “cantinflear”, reconocido oficialmente por la Real Academia Española en 1992. Hablar mucho sin decir nada, pero con una astucia que evidenciaba la desigualdad y cuestionaba el poder, se convirtió en su sello.
En 1956, Cantinflas fue reconocido a nivel mundial al protagonizar La vuelta al mundo en 80 días, papel por el que ganó un Globo de Oro. Aunque su humor era muy ligado al español y a los modismos mexicanos, su carisma lo llevó a conquistar públicos más allá de nuestras fronteras.
Fuera del escenario, Cantinflas también luchó por los derechos de los actores como parte activa de la Asociación Nacional de Actores (ANDA). En sus últimos años, se enfocó en causas benéficas, principalmente en apoyo a la niñez.
Falleció el 20 de abril de 1993 a los 81 años, víctima de cáncer de pulmón. Sin embargo, su legado permanece: sus películas siguen transmitiéndose, su imagen ha sido homenajeada en murales, estampillas y hasta por Google con un Doodle especial.
Cantinflas no solo hizo reír, también representó al pueblo con dignidad, inteligencia y humor. Hoy, a 32 años de su partida, sigue siendo un símbolo del México que lucha, ríe y no se rinde.