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Guanajuato impulsa reinserción con enfoque humano para madres en reclusión

Guanajuato, Gto., a 10 de mayo del 2025.- En Guanajuato, el amor de una madre trasciende los muros. Así lo demuestra Luisa, una mujer privada de la libertad que aprendió a tejer dentro del penal. Sus creaciones —muñecos de estambre— se vendieron en la Feria Estatal de León, generando ingresos que destinará para apoyar la entrada de su hija a la preparatoria.

“Yo dije: ya voy a tener dinero para que mi niña entre a la prepa. Si lo hice aquí adentro, también puedo salir adelante afuera”, expresa con esperanza.

Como parte de una política de reinserción con enfoque humano, el Sistema Penitenciario del Estado de Guanajuato, bajo la instrucción de la Gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo, impulsa estrategias que incluyen talleres de autoempleo, acompañamiento emocional, educación formal y esquemas de apoyo en coordinación con distintas dependencias estatales.

En el marco del Día de las Madres, se llevan a cabo actividades especiales en todos los centros penitenciarios —femeniles y varoniles— para reconocer a quienes maternan desde la reclusión, a aquellas que están separadas de sus hijas e hijos, y también a quienes recuerdan con amor a sus propias madres. Estos encuentros fortalecen los vínculos familiares durante las visitas y crean espacios de conexión emocional que dignifican a las personas privadas de la libertad.

Julio César Pérez Ramírez, director del Sistema Estatal Penitenciario, informó que se desarrollan programas diferenciados para mujeres en reclusión con enfoque en la maternidad. Estos incluyen acompañamiento psicosocial y apoyos económicos que ya se encuentran en una fase avanzada de gestión. “Ya les estamos dando todas las herramientas para que no haya retrocesos”, afirmó.

Y mientras los días se cuentan entre turnos, pañales o lágrimas, hay madres que siguen. Que resisten. Que esperan.

Como Mayra, quien abraza a su pequeña hija mientras dice: “Cuando salga y pueda abrazar a mi hijo y a mi hija sin ningún obstáculo, les diría que pase lo que pase, ahí voy a estar con ellos, siempre”.

Porque ni el encierro, ni el tiempo, ni el arrepentimiento pueden borrar el amor de una madre. Ese que resiste todo y que nunca deja de buscar un nuevo comienzo. Porque incluso tras las rejas, una madre sigue siendo luz.

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