Washington, D.C., a 19 de febrero del 2025.- El gobierno de Estados Unidos anunció la designación de seis cárteles mexicanos como organizaciones terroristas internacionales, una medida que endurece la lucha contra el narcotráfico y genera preocupación en México por sus implicaciones diplomáticas y de soberanía.
Cárteles designados como terroristas
La lista incluye al Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cárteles Unidos, el Cártel del Noreste, el Cártel del Golfo y La Nueva Familia Michoacana. Junto a ellos, también fueron catalogadas como terroristas la Mara Salvatrucha (MS-13) y el Tren de Aragua, una pandilla de origen venezolano.
Implicaciones de la designación
Esta medida permite a Estados Unidos congelar activos financieros, prohibir visas a miembros y colaboradores de estos grupos, así como restringir transacciones internacionales relacionadas con ellos. Además, abre la puerta a operaciones militares bajo el argumento de proteger la seguridad nacional, lo que podría incluir acciones en territorio extranjero sin necesidad de aprobación del país afectado.
Reacción del gobierno de México
La presidenta Claudia Sheinbaum expresó su preocupación por las implicaciones de esta decisión y reafirmó el compromiso de México en la lucha contra el crimen organizado. En un esfuerzo por mostrar resultados, las autoridades mexicanas anunciaron recientemente la incautación de 269 kilos de metanfetamina y 4,700 litros de precursores químicos en Culiacán, Sinaloa.
El gobierno mexicano también ha reiterado su postura en contra de cualquier acción unilateral por parte de Estados Unidos y ha propuesto fortalecer las demandas contra fabricantes de armas estadounidenses, señalados por facilitar el acceso a armamento de alto poder a grupos criminales en México.
Impacto en la relación bilateral
La designación de estos cárteles como organizaciones terroristas marca un nuevo paradigma en la lucha contra el narcotráfico y podría afectar las relaciones entre ambos países. Expertos advierten que la medida podría derivar en operativos militares sin coordinación con México, lo que aumentaría las tensiones diplomáticas y podría generar repercusiones económicas y de seguridad en la región.
Mientras el gobierno de Estados Unidos defiende su decisión argumentando que los cárteles representan una amenaza para su seguridad nacional, México busca frenar cualquier acción que vulnere su soberanía. La situación sigue en desarrollo y podría marcar un antes y un después en la estrategia de combate al narcotráfico en la región.