Fallece el expresidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, a los 89 años

Ciudad de México, a 13 de mayo del 2025.- José “Pepe” Mujica, expresidente de Uruguay y una de las figuras más admiradas de la política latinoamericana contemporánea, falleció este lunes 13 de mayo de 2025 a los 89 años en Montevideo. El exmandatario enfrentaba desde 2024 un cáncer de esófago, enfermedad que se agravó en los últimos meses tras extenderse al hígado. En enero de este año, Mujica anunció públicamente que no se sometería a tratamientos agresivos y optó por recibir cuidados paliativos en su hogar.

Conocido por su estilo de vida austero, su discurso directo y su cercanía con el pueblo, Mujica fue presidente de Uruguay entre 2010 y 2015. Durante su mandato, impulsó reformas de avanzada como la legalización del matrimonio igualitario, la despenalización del aborto y la regulación estatal del mercado de la marihuana, convirtiendo al país sudamericano en un referente de políticas progresistas a nivel global.

Antes de llegar al poder, Mujica fue militante del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, organización guerrillera activa en los años 60 y 70. Por su participación, pasó casi 15 años en prisión durante la dictadura militar, gran parte de ese tiempo en condiciones de aislamiento extremo. Tras recuperar su libertad en 1985, se incorporó al Frente Amplio y fundó el Movimiento de Participación Popular, desde donde inició su carrera parlamentaria.

Además de su gestión como jefe de Estado, Mujica fue diputado, senador y ministro de Ganadería. En todos sus cargos mantuvo una coherencia ética que lo llevó a vivir en una modesta chacra en las afueras de Montevideo y donar la mayor parte de su salario como presidente.

Su fallecimiento ha provocado una ola de condolencias a nivel mundial. Líderes y representantes políticos como Pedro Sánchez, Gustavo Petro, Claudia Sheinbaum y Evo Morales expresaron su pesar y destacaron el legado de Mujica como un símbolo de honestidad y compromiso con la justicia social.

Fiel a su carácter, Mujica pidió ser enterrado bajo un árbol en su chacra, junto a su recordada perra Manuela, como una forma de cerrar su vida en armonía con la naturaleza.

La figura de José Mujica trasciende fronteras y generaciones. Su legado permanece como ejemplo de integridad política, resistencia, y servicio al pueblo.