Ciudad de México, a 23 de abril del 2025.- Kevin Farrell, el camarlengo que lidera la transición en el Vaticano tras la muerte del papa Francisco
Tras el fallecimiento del papa Francisco el pasado 21 de abril de 2025, se activó el protocolo de sede vacante, un periodo de transición en el que la Iglesia católica queda temporalmente sin pontífice. Durante este proceso, uno de los cargos más relevantes es el del camarlengo, responsabilidad que actualmente recae en el cardenal Kevin Joseph Farrell.
¿Quién es el camarlengo?
El camarlengo es la figura encargada de gestionar los asuntos administrativos del Vaticano durante la ausencia de un papa. Esta función es clave para garantizar la estabilidad de la Iglesia hasta la elección del nuevo pontífice.
Kevin Farrell, nacido en Dublín en 1947, fue designado camarlengo por el papa Francisco en 2019. Con una trayectoria internacional que incluye labores pastorales en México y Estados Unidos, Farrell también es prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.
Funciones del camarlengo durante la sede vacante
De acuerdo con la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, las responsabilidades del camarlengo durante este periodo son precisas y delicadas. Entre las principales funciones destacan:
- Confirmar la muerte del papa: Es quien verifica oficialmente el fallecimiento del pontífice y emite el acta correspondiente
- Destruir el Anillo del Pescador: Símbolo de la autoridad del papa, debe ser destruido para evitar su mal uso
- Sellar los aposentos papales: Las habitaciones privadas del pontífice se cierran hasta que el nuevo papa sea elegido
- Administrar temporalmente el Vaticano: Supervisa los bienes y operaciones de la Santa Sede, sin intervenir en decisiones doctrinales
- Preparar el cónclave: Coordina todo lo necesario para la elección del nuevo pontífice, incluyendo la convocatoria de los cardenales y la disposición de la Capilla Sixtina
Un liderazgo clave en un momento histórico
Kevin Farrell tiene ahora la tarea de encabezar este momento de transición en la Iglesia católica, velando por la continuidad institucional y el cumplimiento de las normas canónicas.
La elección del próximo papa se llevará a cabo en el cónclave, donde los cardenales menores de 80 años votarán bajo estrictas medidas de confidencialidad y solemnidad. Mientras tanto, la Iglesia se encuentra en un periodo de reflexión, oración y espera.