Washington D.C., a 11 de marzo del 2025.- El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, y el subsecretario de Comercio Exterior, Luis Rosendo Gutiérrez, viajaron ayer a la capital estadounidense para sostener reuniones con funcionarios del gobierno de Joe Biden. El objetivo es evitar la imposición de un arancel del 25% a las importaciones de acero y aluminio provenientes de México, medida que entraría en vigor a partir del 12 de marzo.
La decisión, anunciada el pasado 10 de febrero por el expresidente Donald Trump y ahora retomada por la actual administración, se fundamenta en la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, bajo el argumento de proteger la seguridad nacional y fortalecer la industria siderúrgica estadounidense.
México busca alternativas para evitar afectaciones económicas
Marcelo Ebrard calificó la medida como innecesaria, argumentando que Norteamérica es deficitaria en acero. “Estados Unidos importa casi 14 mil millones de dólares de acero de China. No tiene sentido imponer aranceles dentro de la región cuando deberíamos producir más acero en conjunto. Solo nos dificultamos la vida ambos países”, afirmó el funcionario.
Por su parte, Arturo Espinosa, economista y estratega de inversiones, advirtió que esta medida podría resultar contraproducente para EE.UU. “Es un balazo en el pie. Si bien beneficia a las acereras locales, afectará industrias clave como la automotriz, aeroespacial, de construcción y bienes de consumo, que dependen del acero y aluminio”, explicó.
Según Espinosa, Estados Unidos tiene aproximadamente 137 mil trabajadores en la industria del acero, pero más de 8 millones en sectores que utilizan estos insumos. Empresas como Ford, General Motors, Tesla, Boeing y Whirlpool serían algunas de las más afectadas.
El impacto para México: un golpe a la exportación
México podría enfrentar un fuerte impacto económico, ya que el 77.5% de sus exportaciones de acero tienen como destino EE.UU. De aplicarse el arancel, se vería afectado el 4.7% del total de exportaciones del país, equivalente a 22 mil millones de dólares, más del 1.5% del PIB nacional.
Las negociaciones continúan, y se espera que en las próximas horas se llegue a un acuerdo que permita evitar la imposición de estos aranceles y mantener la estabilidad en el comercio bilateral.