Menu

A 10 años de su creación, el Sistema Nacional Anticorrupción no ha dado los resultados esperados

Ciudad de México, a 29 de mayo del 2025.- A una década de la reforma constitucional que dio origen al Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), su desempeño está “por debajo de las expectativas”, advirtió Raquel Buenrostro, titular de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno.

Durante el foro El Sistema Nacional Anticorrupción a 10 años de su reforma constitucional: retos y perspectivas, la funcionaria federal alertó que el SNA está en riesgo de caer en la irrelevancia si no se revitaliza con urgencia.

“El combate a la corrupción no debe centrarse únicamente en lo punitivo. Prevenir es más efectivo y más barato”, señaló Buenrostro. En este sentido, propuso rediseñar los procesos administrativos, blindar las contrataciones públicas, reducir la discrecionalidad y garantizar la rendición de cuentas desde el origen.

Uno de los principales señalamientos fue hacia la plataforma digital del SNA, que, según dijo, debe dejar de ser un simple repositorio de datos para transformarse en un centro dinámico de análisis, generación de inteligencia y alertas tempranas que permitan anticipar riesgos y mejorar las políticas públicas.

Buenrostro también cuestionó la visión que responsabiliza exclusivamente al sector público del problema: “Es una postura cómoda. La corrupción es relacional, requiere de dos partes; hay corresponsabilidad entre el Estado y la sociedad”.

En el mismo evento, transmitido en línea, María Tanivet Ramos Reyes, titular del organismo Transparencia para el Pueblo, reafirmó que la visión original del SNA sigue vigente al colocar a la ciudadanía en el centro del combate a la corrupción. Subrayó que se trata de una experiencia cotidiana que profundiza la desigualdad, la exclusión y la desconfianza social.

Ramos Reyes anunció una nueva etapa institucional orientada a empoderar a la sociedad civil desde la verdad y transformar la información pública en “poder social”.

Ambas funcionarias coincidieron en que el futuro del SNA depende de la voluntad política, el liderazgo institucional y un compromiso colectivo genuino. “El llamado es claro: revitalicemos el Sistema Nacional Anticorrupción. Démosle propósito, capacidad y rumbo”, concluyó Buenrostro.

Comparte esta nota: