Ciudad de México, a 15 de marzo del 2025.- La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha disminuido significativamente su acompañamiento a colectivos y familiares de personas desaparecidas, especialmente en la exploración de fosas clandestinas. Durante 2024, este respaldo alcanzó su nivel más bajo en ocho años, según los informes revisados por La Razón.
A pesar de que la CNDH alertó hace casi una década sobre la falta de atención gubernamental a la crisis de desapariciones y hallazgo de fosas clandestinas, el organismo autónomo también ha reducido su apoyo a las víctimas y sus familias. Bajo la presidencia de Rosario Piedra Ibarra, el número de acciones de acompañamiento en fosas cayó de 244 en 2020 a solo 22 en 2024, una reducción drástica que evidencia la falta de intervención en estas búsquedas.
Disminución en la intervención de la CNDH
En su último informe, la CNDH justificó el recorte de actividades argumentando que se eliminaron prácticas que duplicaban funciones de otras instancias y que se priorizó el acompañamiento a víctimas. En 2024, el organismo reportó un total de 687 acciones de apoyo, en contraste con las 2,426 registradas en 2023, lo que significa una reducción de más del 70% en su labor.
Además de la caída en la exploración de fosas clandestinas, otros rubros también presentaron disminuciones, como las búsquedas por volanteo, la difusión en espacios públicos y la localización en centros de readaptación social, salud mental y adicciones. Asimismo, se redujeron las actividades de acompañamiento a familias y víctimas ante instancias gubernamentales.
Colectivos han dejado de solicitar apoyo
Los colectivos de búsqueda han señalado que han dejado de recurrir a la CNDH y otras instancias debido a la falta de respuesta y atención. María Luisa Núñez, fundadora del colectivo Voz de los Desaparecidos en Puebla, mencionó que la relación con la CNDH se mantiene dentro de lo institucional, pero que la falta de confianza en las autoridades ha llevado a que los familiares de desaparecidos realicen las búsquedas por su cuenta.
“La CNDH sólo cumple con sus funciones; sí asignan personal como observadores, pero no hemos tenido ninguna intervención significativa. No es que haya una mala relación, sino que simplemente ya no esperamos apoyo de las instituciones”, afirmó Núñez.
El reciente hallazgo de un centro de reclutamiento para el crimen organizado y casi 500 indicios de inhumaciones clandestinas en un rancho de Jalisco refleja la magnitud del problema. La activista advirtió que estos casos no solo afectan a esa entidad, sino que se replican en todo el país, muchas veces ocultos por la posible complicidad de autoridades o por el miedo de los buscadores a represalias.