Ciudad de México, a 20 de noviembre del 2024.- En su proceso democrático México ha tenido un una gran mejora desde el punto de vista de inclusión política, pero aunque hay progresos en diferentes frentes, el país aún enfrenta retos en temas relacionados con el crimen organizado, la falta de seguridad y de Estado de derecho.
James Robinson, Premio Nobel de Economía 2024, reconocimiento obtenido en conjunto con Daron Acemoglu y Simón Johnson, consideró que algunos países de América Latina han mejorado en los últimos 30 años, como en el caso de Chile, pero otros han empeorado como Venezuela, que es hoy más pobre de lo que era hace tres décadas.
Coautor de uno de los libros más leídos en materia económica y social ‘Por qué fracasan los países’, Robinson explicó en entrevista exclusiva con El Financiero, que la democracia y la inclusión política están muy conectadas al crecimiento económico, y «en ciertas circunstancias puedes tener un régimen autoritario, que sin duda quiere empujar el crecimiento económico, pero creo que lo que estamos viendo es que eso nunca es sostenible».
«Mi perspectiva es muy sencilla: el poder corrompe absolutamente todo y todo se puede corromper, y creo que eso es lo que la historia nos dice», afirmó.
Cuestionado sobre si en la región, incluido México, hay algún camino para que el poder no corrompa a quienes gobiernan, o si los programas sociales que otorgan dinero de manera directa son un buen camino para que los países salgan adelante, Robinson considero que, sin ser un experto en la política mexicana, el expresidente Andrés Manuel López Obrador, «sin duda representa al pueblo de una forma en la que nunca se ha sentido representado y me parece que eso es muy poderoso. Es una persona humilde, vendió el jet presidencial, no salió del país, me parece que eso es algo que entiendo perfectamente porque a la gente le gusta eso, pero no cambias a México gastando miles de horas en la televisión».
En su opinión, para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, el camino a seguir en México, «sería con respecto a la capacidad del Estado para poder mantener el terreno de juego parejo, para detener a los monopolios, para poder proveer la seguridad y las oportunidades para las grandes masas de México. Tienen problemas importantes de seguridad, problemas dentro del sistema educativo, problemas de progreso, de desigualdad».
Para ello, dijo que es necesario que el sector privado ayude a que pueda florecer el país, pues de esa forma «también florece el sector privado, porque de otra forma no podemos mantenerla sostenibilidad sin la dinámica privada».
Y es que afirmó no se puede tener una economía incluyente sin tener un sistema político que también sea incluyente. «Me parece que esa es la tesis de nuestra investigación y la verdad es que no hablamos mucho del tema de la corrupción, porque para mí la corrupción es un síntoma de la debilidad institucional, es un síntoma del uso del Estado desde propósitos a intereses políticos, asignando a gente de una forma meritocrática y utilizando al Estado para fines de política».