Ciudad de México, a 11 de enero del 2025.- La madrugada del 11 de enero de 1967, la Ciudad de México despertó ante un fenómeno meteorológico que hoy sigue vivo en la memoria de muchos: una intensa nevada cubrió gran parte de la capital. Fue un evento inusual que transformó la fisonomía de la ciudad y sorprendía a propios y extraños.
El fenómeno comenzó en las primeras horas del 11 de enero, cuando la temperatura descendió a 4 grados bajo cero. La nieve cayó con fuerza en zonas como San Jerónimo, el Pedregal de San Ángel, Mixcoac y Tacubaya, extendiéndose hacia Paseo de la Reforma y el Centro Histórico. En algunos puntos, como el Zócalo y Chapultepec, la nieve alcanzó un espesor de entre 5 y 8 centímetros, mientras que en las inmediaciones del Ajusco se registraron acumulaciones de hasta 60 centímetros.
Una ciudad asombrada y festiva
El inusual espectáculo natural sacó a cientos de familias a las calles. Niños y adultos aprovecharon para construir muñecos de nieve, lanzarse bolas y fotografiar el momento. Las portadas de los principales diarios de la época, como Excélsior y El Universal, capturaron la magnitud del evento con titulares como “Nevada cayó sobre la Ciudad de México esta madrugada” y “Llegó ya la nevada hasta el centro de la metópoli”.
Impacto en la ciudad
Aunque la nevada llenó de asombro y alegría a los capitalinos, también trajo consigo algunos problemas. Se reportaron desbordamientos de ríos en el norte de la ciudad, provocando inundaciones en varias colonias. Además, las carreteras hacia Toluca, Puebla y Cuernavaca quedaron bloqueadas, dejando a numerosos automovilistas varados. Las autoridades implementaron operativos para distribuir víveres, medicinas y ropa a las personas afectadas, mientras cuadrillas de trabajadores retiraban la nieve de las principales vías de comunicación.
Desde aquel invierno de 1967, la Ciudad de México no ha vuelto a experimentar una nevada de tal magnitud. Este acontecimiento se mantiene como un recuerdo extraordinario, un día en el que la capital mexicana se vistió de blanco y cambió su rostro habitual.