Ciudad de México, a 19 de abril del 2025.- Este 19 de abril se conmemora un aniversario más del fallecimiento de Javier Solís, uno de los cantantes más queridos de la música tradicional mexicana. Su voz, carisma y estilo inconfundible lo convirtieron en el máximo exponente del bolero ranchero, un género que él mismo ayudó a consolidar.
Nacido como Gabriel Siria Levario el 1 de septiembre de 1931 en el barrio de Tacubaya, en la Ciudad de México, Solís tuvo una infancia marcada por dificultades económicas. Fue criado por sus tíos y desde muy joven trabajó como carnicero, taxista y panadero, sin dejar de lado su gran pasión por el canto.
Su carrera artística despegó cuando miembros del trío Los Panchos lo escucharon cantar y lo recomendaron a Discos Columbia. Así nació Javier Solís, nombre artístico con el que alcanzó la fama en todo el país. En 1956 grabó su primer sencillo, y para 1959 ya era una estrella con temas como Llorarás, llorarás, Sombras y Si Dios me quita la vida.
A lo largo de su carrera, grabó más de 300 canciones y participó en al menos 20 películas, dejando una huella profunda en el cine y la música mexicana. Su capacidad para interpretar con sentimiento desgarrador lo hizo destacar entre otros grandes de la época como Pedro Infante y Jorge Negrete.
Lamentablemente, Javier Solís falleció el 19 de abril de 1966, a los 34 años, tras complicaciones derivadas de una cirugía de vesícula. Su partida dejó un vacío en la música, pero su legado perdura hasta hoy.
El “Rey del Bolero Ranchero” continúa siendo una figura de referencia para nuevas generaciones de intérpretes y un símbolo eterno del romanticismo musical mexicano.