Celaya, Gto., a 01 de diciembre del 2024.- En 1956, la icónica actriz Silvia Pinal fue retratada por Diego Rivera, uno de los más grandes muralistas mexicanos. Este retrato nació gracias a la intervención de un arquitecto involucrado en la construcción de la casa de la actriz, quien sugirió que Rivera pintara un cuadro de Pinal. En un principio, Rivera propuso un desnudo, pero Pinal rechazó la idea, ya que quería que la pintura tuviera un aire elegante que pudiera colocar en su sala de estar sin generar incomodidad en sus visitas. En su lugar, optó por un retrato conservador, y Rivera aceptó encantado la solicitud de la actriz.
El proceso de creación de la obra duró tres meses, durante los cuales Silvia Pinal posó de pie en largas sesiones. En el retrato final, Pinal luce un sofisticado vestido negro, con el cabello recogido y un maquillaje sutil, lo que resalta su elegancia innata. El cuadro fue completado en noviembre de 1956, un año antes de la muerte de Rivera, lo que añade un valor histórico significativo a la obra.
Este retrato no solo destaca por su calidad artística, sino también por el gesto personal de Rivera, quien, como muestra de su admiración, decidió regalarle el cuadro a Pinal, sin aceptar pago alguno. A pesar de que en la época ambos ya gozaban de renombre, el pintor no solicitó nada a cambio, lo que dotó al retrato de un valor sentimental profundo. La pintura, que hoy se estima podría alcanzar un valor de 60 millones de pesos, permanece en la residencia de Pinal, la familia de la actriz ha decidido no venderlo, ya que es una pieza invaluable no solo por su relevancia histórica, sino por el vínculo que representa entre ambos artistas.
El cuadro formó parte de la escenografía de “Mujer casos de la vida real», programa que duro al aire 21 años, de 1986 hasta el 2007, en donde Silvia Pinal, no solo era la presentadora sino la productora del mismo, y en donde en cada capítulo se narraba historias de mujeres que se enfrentaban a diferentes problemáticas de la vida.
El vestido negro que Silvia Pinal usó para el retrato también tiene un lugar especial en la historia. Actualmente, se conserva en el Museo Silvia Pinal, ubicado en la Ciudad de México, junto a otros recuerdos importantes de su carrera y vida personal.